He escuchado, varias veces, a los músicos decir que hacer una canción simple era difícil. No les creía hasta que comencé a ser artesano. Ahí me di cuenta de mi error.
Hacer una artesanía que sea sencilla es una tarea compleja. Por eso lo sencillo es complicado. Una caja que a simple vista es sencilla suele tener un armado que no es fácil.
Lo menos resulta ser más. “Lo breve si es bueno dos veces bueno”. No siempre lo recargado o barroco suele ser más atractivo.
En un principio tenía la tendencia a recargar mi estilo de artesanías. Estaba buscado mi estilo personal. Cuando busco una salida laboral con mis artesanías enteladas empiezo a simplificar mis piezas.
También dejo de lado las piezas únicas por piezas seriadas. Pero seriadas con números y con bajas cantidades. Todas mis artesanías enteladas están numeradas. Esto no quiere decir que haya abandonado las piezas únicas sino que las hago por pedido o para ser un regalo. Tratar de vender una pieza única es una tarea muy ardua.
Cuando empecé hacer portarretratos los armaba muy recargados en detalles y en la forma. Más tarde empecé a simplificar el diseño y así llegué al estilo actual: sencillo, práctico y atractivo.
Hay que tratar de hacer artesanías que parezcan sencillas y fáciles de armar. Eso acerca a la gente. Una vez mirada de cerca la pieza artesanal se toma conciencia de lo compleja que es la artesanía.
Lo sencillo siempre suma porque no interfiere ni invade el entorno que la rodea.
Mauricio Uldane
artesano entelador
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