miércoles, 26 de marzo de 2008

La ropa que amas sirve para entelar

Las prendas de vestir que nos gustan y ya no usamos ¿porqué las relegamos al fondo del placard? La ropa que ya no usamos porque pasó de moda o porque nos pusimos... rellenitos o rellenitas porqué no darle una aplicación.

A veces nos pasa que aquella remera o vestido que tanto nos ha gustado está un poco viejo para usarlo o es de un tiempo remoto y no queremos tirar a la basura o regalar. Nos cuesta desprendernos de esa querida prenda por variados motivos.






Les propongo una solución: inmortalizar la prenda en cuestión en una artesanía entelada. Aquellas personas que conocen mis trabajos se estarán imaginado las piezas que hablo... perdón que escribo.

La propuesta es muy simple ustedes me acercan la prenda tan querida y la transformo en una artesanía entelada de las que sé hacer. Por ejemplo: un baúl chico entelado en su totalidad con un pantalón de corderoy azul. También puedo hacer un cofre con cierre con una pollera plisada con un estampado espectacular.



A esta altura del partido vale aclarar que las piezas las armé a modo de ejemplo. No como hacen algunas revistas que en su primer número tienen cartas de lectores...

Si la tela que me envían alcanza para entelar tanto el interior como el exterior, la pieza cuesta un 25% menos que el precio de catálogo. En cambio si sólo alcanza para una parte el descuento es del 20%.

Piénselo es una oportunidad que les doy a que de alguna forma no se deshagan de su ropa predilecta. Si quieren más información la pueden ver en la siguiente página:

http://mauulda.googlepages.com/tutela

Antes de finalizar debo darles un especial agradecimiento a Inés Dzienczarski, y Luis Pérez por la invalorable ayuda que me han dado en la parte fotográfica.


Mauricio Uldane
artesano entelador

jueves, 20 de marzo de 2008

Rápido no vamos a ningún lado

La gente me pregunta cuanto tiempo me lleva hacer un buzón alcancía y les respondo: una semana. El silencio que sigue se corta con un cuchillo. Entonces tengo que explicar que es el tiempo que lleva construir una pieza, pero con intervalos para secados y demás.

No nos podemos colocar en el lugar de una persona que tiene que esperar una semana para ver realizado su trabajo. La locura en que vivimos no nos da tregua para pensar en tiempo mediato. La ansiedad hace estragos (ver
“Artesanías sanadoras”) y no nos deja pensar libremente en una medida de tiempo tan larga.

Por eso digo que aquellas personas que deseen aprender a entelar tengan presente dejar en casa a Doña Ansiedad. Si es posible guardada en un armario con llave. Los resultados inmediatos no se ven en este oficio. Los vamos percibiendo poco a poco como un crepúsculo. Todo tiene un tiempo y una cadencia. Forzar esto no acelera el proceso, si no que lo empeora.
A mí me costó entenderlo, pero lo aprendí y logré moderar mi ansiedad inicial. No es paciencia como muchos y muchas me dicen. Es trabajo, nada más que trabajo puro. Con el tiempo se adquiere la experiencia que nos allana el camino.




He armado artesanías enteladas que me han llevado varias semanas. Por ejemplo una casa cómoda implica un trabajo de tres semanas. Algunos días enteros dedicados a la construcción. Por eso no es una pieza ni seriada, ni barata. Tampoco la realizo si no es a pedido.

El entelado de artesanías tiene en su esencia desacelerar el trabajo. No es que sea pachorriento sino que tiene un ritmo distinto. El concepto sería: hagamos las cosas lentas, pero bien. Tomémonos el tiempo necesario para hacer la pieza entelada que deseemos.

Una vez que entendemos este punto filosófico el resto se soluciona con oficio y con la experiencia o la enseñaza adquirida. Nada de milagros, ni magia sólo con trabajo, puro trabajo con algo de creatividad.


Mauricio Uldane

artesano entelador

jueves, 13 de marzo de 2008

“Las fotos las pongo en la caja”

La frase la habrás escuchado. Muchas personas guardan sus fotos queridas en cajas en lugar de ponerlas en álbumes.

Hoy les traigo la solución: cajas portarretratos. ¡Sí! Una caja que en la tapa puede contener una foto de 10 por 15 cm. Basta con remover la tapa interna y ya está, podemos poner la foto que queramos.




El interior de las cajas está totalmente acolchado para evitar daños a los objetos que guardemos en ellas, por ejemplo las fotos más queridas. La tapa tiene topes para evitar que se vuelque y el cierre es por un perno.

Las Portajelas están armadas totalmente en fibrofácil (MDF) y luego enteladas. En algunos casos pueden estar pintadas con acrílico.



El precio de las cajas portarretratos es de $35 y los gastos de envío a cargo del comprador o compradora. En caso de estar pintadas el valor suma un recargo del 20% y sólo se hacen por pedido del cliente.

Para mayor información de las Portajelas pueden consultar la siguiente página:

http://mauulda.googlepages.com/cajasporta.


Mauricio Uldane
artesano entelador

jueves, 6 de marzo de 2008

¿Cuándo valoraremos el trabajo ajeno?

La falta de respeto a mi trabajo como artesano me da mucha bronca. Entiendo que alguna persona no pueda pagar el precio de alguna de mis artesanías. Pero muy distinto es no tener en cuenta las horas que llevar construir dicha pieza.

En estos días alguien quiso comprarme un
buzón alcancía y le pareció caro los $42 que sale. Incluso me pidió una rebaja. Esta persona no sabe o no le importa que armar un buzón me lleva una semana de mi trabajo. Por eso digo que hay personas que no respetan el trabajo que hago con esfuerzo.


A mí me da placer hacer mis artesanías, pero de ahí a regalarlas hay un abismo. Si quiero se la regalo a alguien que vale la pena. Los otros son clientes y por lo tanto deben pagar el precio que les ofrezco. De lo contrario que sigan con su camino.

Porque imagino que si van a comprar, sigo con el ejemplo del buzón, una alcancía artesanal con cerradura, que es una pieza numerada y con la firma de un artesano en un comercio especializado no van a pedir rebaja. Lo más probable es que el vendedor se les ría en la cara.

Reconozco que no tengo falta de reconocimiento por mi trabajo artesanal, pero me enoja mucho cuando parte del público quiere un producto original y bien terminado al precio de un producto industrial e importado de China.

Cuando esa parte del público aprenda a reconocer el esfuerzo que hacemos muchos artesanos y pague lo que vale nuestro trabajo, las cosas empezarán a cambiar.


Mauricio Uldane
artesano entelador