jueves, 6 de marzo de 2008

¿Cuándo valoraremos el trabajo ajeno?

La falta de respeto a mi trabajo como artesano me da mucha bronca. Entiendo que alguna persona no pueda pagar el precio de alguna de mis artesanías. Pero muy distinto es no tener en cuenta las horas que llevar construir dicha pieza.

En estos días alguien quiso comprarme un
buzón alcancía y le pareció caro los $42 que sale. Incluso me pidió una rebaja. Esta persona no sabe o no le importa que armar un buzón me lleva una semana de mi trabajo. Por eso digo que hay personas que no respetan el trabajo que hago con esfuerzo.


A mí me da placer hacer mis artesanías, pero de ahí a regalarlas hay un abismo. Si quiero se la regalo a alguien que vale la pena. Los otros son clientes y por lo tanto deben pagar el precio que les ofrezco. De lo contrario que sigan con su camino.

Porque imagino que si van a comprar, sigo con el ejemplo del buzón, una alcancía artesanal con cerradura, que es una pieza numerada y con la firma de un artesano en un comercio especializado no van a pedir rebaja. Lo más probable es que el vendedor se les ría en la cara.

Reconozco que no tengo falta de reconocimiento por mi trabajo artesanal, pero me enoja mucho cuando parte del público quiere un producto original y bien terminado al precio de un producto industrial e importado de China.

Cuando esa parte del público aprenda a reconocer el esfuerzo que hacemos muchos artesanos y pague lo que vale nuestro trabajo, las cosas empezarán a cambiar.


Mauricio Uldane
artesano entelador