martes, 4 de enero de 2011

Así lo hice (decimosexta entrega)

Los estuches para anteojos entelados

Al principio armé estuches para anteojos para familiares y amigos. No tenían continuidad, ni integraban línea alguna. Mucho años más tarde armé la primera línea de estuches entelados para anteojos de leer.

Esos estuches recibieron el nombre de Anteojelas. Totalmente armados en fibrofácil (MDF) y entelados con telas viejas. El interior está acolchado para preservar los anteojos de leer o lapiceros.

Anteojela de jean

Los cierres y las bisagras son bronceadas y la tapa abre exactamente al medio y no tienen patitas de gomas en la base. Es así porque es un tipo de estuche que puede llevarse en carteras, bolsos o mochilas. Tampoco tienen topes, las tapas, para permitir un mejor acceso al interior del estuche.

Interior de Anteojela de jean

Por pedido de clientes y amigos presenté unos nuevos modelos, llamados Gafelas. Los hice más anchos, más altos y más profundos, para poder alojar anteojos de uso diario o hasta anteojos de sol.

Gafelas de arpillera y de jean

Al igual que las Anteojelas, están armados con fibrofácil (MDF) y entelados con telas usadas y viejas. También tiene su interior acolchado para resguardar los lentes alojados en su interior.

Gafelas abiertas mostrando sus interiores

Tanto los Anteojelas, como los Gafelas buscan guardar en su interior distintos tipos de anteojos y preservarlos de golpes, por eso su interior está acolchado e impide que se muevan en su interior.

Por último les cuento que estos estuches están armados con sus lados trabados para impedir que se desarmen, tampoco tienen clavos, ni tornillos en su estructura.

Unos simples estuches armados para durar y proteger los anteojos que guardan en su interior.

Mauricio Uldane
artesano entelador