jueves, 10 de febrero de 2011

Así lo hice (decimo séptima entrega)

Los buzones alcancías entelados

Mi historia con los buzones alcancías empezó a principios del año 2003. Un año antes le había armado y regalado a mi cuñado, Marcelo Ramírez, un buzón alcancía muy grande.

Durante el cumpleaños de mi cuñado mi amiga, Inés Dzienczarski, me dijo que le gustaría empezar a ahorrar, pero no en un buzón tan grande. A buen entendedor pocas palabras le bastan para entender la indirecta de mi amiga.


Puse manos a la obra y al año siguiente, 2003, le armé y regalé para su cumpleaños un buzón alcancía. No era del mismo tamaño que los que actualmente armo, pero se le parecía bastante.


Ante el éxito de ese primer buzón me di cuenta que estaba delante de un fenómeno que iba a perdurar en el tiempo. Por pedidos de distintas personas reduje el tamaño del buzón y en ese achique bajó, también, su precio de venta.


La historia en este punto se encuentra a mediados del año 2003 y ahí arranca el éxito de los buzones alcancías que perdura hasta la fecha. Los buzones alcancías además de ser un réplica de los viejos buzones de esquina son piezas que encierran muchas sensaciones y emociones.

Básicamente son un tubo de cartón con partes de cartón y fibrofácil (MDF) que correctamente ensamblados dan como resultado una pieza con un gran atractivo para el público en general. Por supuesto que una vez armado los buzones son entelados tanto por dentro como por fuera. Para el interior uso tela batista y para el exterior viejas sábanas usadas, que pinto con dos manos de acrílico rojo, más otra mano de barniz al agua.


La entrada de las monedas es de aluminio, que a su vez hace de trampa impidiendo que al sacudir el buzón, las monedas se salgan de su interior. La base del buzón alcancía está entelada en pañolenci negro para evitar dañar las superficies donde se apoya.

También los buzones alcancías, por pedido, pueden tener las entradas para billetes, ya que algunos clientes tienen otro potencial de ahorro.

Un subproducto derivado de estos buzones alcancías son los buzones grandes que muchos clientes adquirieron como buzones de sugerencias, para ser usados en empresas o clubes. Aunque algunos clientes los compraron como buzón alcancía, cada uno sabe de su capacidad de ahorro.

 

Durante el año 2007 comencé a armar buzones alcancías con los otros colores que tuvieron, en la historia del correo oficial en la Argentina. Estos buzones los hago sólo por pedido de los clientes, ya que no son tan masivos como los tradicionales de color rojo.


Todos los modelos, en todos los tamaños tienen un encanto que fascina a los que los ven en alguna feria o por Internet, en algunos de los sitios donde están sus fotos.

Los buzones alcancías son las piezas que más satisfacciones me han dado a lo largo de mi trayectoria como artesano entelador. son piezas imbatibles, siempre agradan a las personas que los ven.

No sé cuanto tiempo más haré los buzones alcancías, pero el tiempo que sea siempre traerá reconocimiento, felicitaciones y las más variadas emociones por parte del público espectador.

Mauricio Uldane
artesano entelador