lunes, 23 de agosto de 2010

El entusiasmo momentáneo

¿Porqué hay personas que demuestran un entusiasmo manifiesto por mis artesanías y de un momento a otro desaparecen? Estas personas se comunican conmigo, vía mail, manifestando un fervoroso interés de compra por mis piezas enteladas. Incluso se deshacen en elogios, los cuales siempre son bien recibidos, alimentan el ego y las ganas de seguir haciendo artesanías enteladas.

Les respondo el mail, agradeciendo los elogios y contándoles cuando cuesta, la pieza elogiada, y los gastos por el envío. La comunicación se trunca y no vuelvo a tener noticias de estas personas.


Lo notorio es que en los últimos tiempos esto ha sucedido con frecuencia. No sé a que se debe. Si es por ansiedad compulsiva, por un impulso de lo veo lo quiero o por falta de presupuesto para la compra. Quiero pensar en estas posibilidades y no en otras, como enfermedades o muertes. También he pensado que se les descompusieron sus computadoras, pero luego de un tiempo esta hipótesis se cae.

Entiendo que cada uno tiene un monto de dinero para moverse durante el mes. Lo que no comprendo es porque creen que lo que quieren, con tanto entusiasmo, es barato o cuesta muy poco dinero.

Trato de no cobrar caro mi trabajo, de hecho muchos me dicen que es poco el dinero que pido por mis piezas enteladas. Algunas personas piensan que son caras, pese a todo. Pero tienen idea el tiempo que demanda armar, por ejemplo, un buzón alcancía: una semana.

También les podría decir que una caja con cierre lleva de tres a cuatro días, de trabajo, lo mismo que un calendario perpetuo. Un aparador de té lleva cinco días de armado, entelado y pintado, si fuera el caso. Como ven con estos ejemplos, al azar, es que las piezas demandan varios días, por lo tanto no pueden costar lo mismo que una artesanía vendida del sudoeste asiático.

De Artesanías enteladas


Trabajo solo, no tengo ayudantes, ni equipo de trabajo. Desde el inicio del armado de la pieza hasta el final del entelado y acabado sólo participo yo. Es un trabajo totalmente individualista. Ojalá tuviera personas que me ayudaran con parte de la tarea, pero no es así. Tampoco, hoy por hoy, puedo pagarle sueldo alguno.

En definitiva, y para concluir con el tema, mi pregunta es: ¿porqué no responden mi mail? Sólo por cortesía, buena educación o respeto a mi trabajo. Nada cuesta escribir dos líneas diciendo que por ahora no pueden comprara o adquirir mis artesanías enteladas.

Si tenemos respeto por el otro, el otro nos respetará mucho más.


Mauricio Uldane
artesano entelador