viernes, 8 de enero de 2010

Así lo hice (segunda entrega)

Los tarjeteros para heladera


Hoy los tarjeteros con imanes serán los protagonistas de esta nueva columna del blog. Los Tarjeterelas nacieron para aprovechar las viejas cajas de disco de 5 y ¼ de pulgada.




Hablo del siglo 20 donde las primeras computadoras personales usaban como soporte magnético los disco de 5 y ¼. Todavía las PC venían con disqueteras. ¿Se acuerdan? Los que se recuerrden ya tienen unos años encima.


Tratando de usar esas viejas cajas que había guardado, y estaban arrumbadas en mi casa, nació una pieza de uso práctico.




Agregándoles a las paredes de las cajas un capa de cartón napa de 2 milímetros las hice más reforzadas. De esta forma en el dorso les puse tiras de imanes de goma. Usé unos imanes que tenía de burletes de puertas de heladera. Cuando se me acabaron comencé a comprar la tira de imán de goma. Nada se tira, todo se usa y por consiguiente se transforma.


Como molduras usé manijas de bolsas de cartón, esas que nos suelen dar en los comercios de ropa. Esos pedazos de sogas trenzadas me sirvieron para darles un poco de diseño a la pieza.


Así nacieron las Tarjeterelas: tarjeteros con imanes. La idea básica era hacer una artesanía práctica y barata. En esos tiempos, hace más de 10 años, venía de armar piezas únicas y estos tarjeteros fueron una bisagra en mis artesanías enteladas.


Tuvieron cierto éxito y al poco tiempo se me habían acabado las cajas de los discos de 5 y ¼.




Entonces para no perder el mercado y los clientes, en realidad clientas, busqué la forma de copiar el modelo de la caja y armarlas con cartón más grueso. Comencé a usar cartón napa de 3 milímetros y con este material seguí construyendo muchas unidades más. El resultado era el mismo y hasta con mejor rigidez.


Hace unos tres años cambié el cartón napa, que elevó mucho su precio, por fibrofácil (MDF) de 3 milímetros. El temor fue que pesara más y los imanes no soportaran el peso. Todo lo contrario el peso era igual o menor al cartón, pero con una rigidez superior.


Además no lo afectan los cambios de humedad. En cuanto al armado se ganó en no tener que masillar la pieza, ya que el fibrofácil (MDF) no necesita ser endurecido.


En un principio me volvía loco entelado el interior de estos tarjeteros. La práctica me facilitó las cosas. Con el tiempo, y una vez seriado el modelo, hice moldes para las telas que van en la superficie interna y externa de los Tarjeterelas.


Todavía hoy se sigue vendiendo, no con el entusiasmo de los primeros años, pero tiene el atractivo de ser una pieza muy práctica.




El mejor enganche con el público es que puedo hacerle el tarjetero que combine con los muebles de la cocina. Porque también los hago pintados con acrílico, un poco más caros pero personalizados a gusto del cliente.


Una pieza que nació por aprovechar algo que iba a la basura y se convirtió en una pieza práctica y original.


Mauricio Uldane
artesano entelador