viernes, 23 de abril de 2010

La caja celeste

La histroria de la caja que hoy les presento es un poco larga. En un principio la armé para una taller de arte, dedicado al arte francés. No resultó, porque no tenía la profundidad, en la tapa, adecuada para poder aplicar la técnica del arte francés.


Más tarde, cuando hice la página encrudos.googlepages.com, puse la caja en cuestión para ser pintada. Estuvo durmiendo hasta ahora que decidí darle color. También decidí regalársela a mi amiga Inés Dzienczarski, ya que no le había hecho nada para su cumpleaños.


La caja fue armada en su totalidad en fibrofácil (MDF) y luego entelada. Como siempre la tapa tiene topes, que impiden que se vuelque y las consabidas patitas de goma en la base. La caja, que bauticé: Cajarte, fue pintada tanto en su interior como exterior con acrílico.


En la hendidira de la tapa cabe perfectamente una foto de 10 centímetros por 15 centímetros. Esta caja dio origen a las cajas portarretratos, de las cuales hablaré la semana que viene en una entrada de este blog.


Hoy vieron cómo una caja que tenía un destino previo, durmió un tiempo, y finalmente se convirtió en un regalo de cumpleaños. Todo gracias a mi periódo de recuperación de salud, del cual he salido airoso.


Mauricio Uldane
artesano entelador