Los materiales con los que trabajo tienen diversas procedencias. Algunos vienen o van a parar a la basura. Para muchos mortales pueden ser desechos para mí son objetos a convertir en artesanías.
No siempre trabajo con materiales desechables a veces uso telas que cumplieron su ciclo de vida. Por ejemplo un jean viejo, gastado, manchado y con algunos agujeros. Lo puedo convertir en la piel de una caja o un calendario. Mis amigas y amigos me guardan los pantalones de denim (jean) que no usan más. Me encargo de desarmarlos para su posterior utilización. Algunas veces los utilizo del derecho y otras del revés. Depende del estado de deterioro que presenten.
La palabra reciclado está muy usada y bastardeada al igual que la palabra artesanía, por eso prefiero hablar de reprocesado o reutilizado. Porque la idea base es que no se sepa el origen del material que integra la pieza entelada. La mayoría de las veces debo explicar con que materiales fue armada la artesanía en cuestión.
En otras ocasiones compro telas, cartones o fibrofácil (MDF) nuevos. Depende de la ocasión o del efecto que quiera lograr en el acabado de la pieza que estoy armando.
Los cilindros que integran los buzones alcancías (ver Vendo buzón en buen estado) son material desechable que va a parar a la basura.
En un principio trabajaba solamente con cartones nuevos o usados. Era un purista del cartón y hacía mis trabajos solo con cartón que luego entelaba. El purista en las artesanías es un señor encerrado en un cuarto muy estrecho. Con el tiempo me di cuenta que estar un poco contaminado es muy saludable para las artesanías. Ahí empecé a incorporar otros materiales de diversa índole. Desde plásticos a hierros pasando por maderas hasta llegar al fibrofácil (MDF).
Al fibrofácil llegué por un amigo, Marcelo Mistó, que me trajo un día unos pedazos grandes sobre el techo de su auto. Los había recogido la madre de él en la calle. La madre de mi amigo vivía cerca de los estudios de Canal 9. Lo que mi amigo me trajo fueron partes de las escenografías de los estudios de televisión. En su mayoría fibrofácil (MDF) de 3 y 5 milímetros pintados en una de sus caras con látex. Por ese entonces estaba saliendo de mi etapa purista de cartón.
Con el tiempo incorporé poco a poco este nuevo material que mi amigo me trajo creyendo que era cartón. Probé y probé hasta que lo asumí como un nuevo elemento en el armado de mis artesanías enteladas.
Los materiales tienen su lenguaje propio solo hay que saber escucharlos. No es que hable con un pedazo de cartón o con uno de fibrofácil, lejos estoy de hablarle a una tostada. Si no que los diferentes materiales tienen su comportamiento y adaptación para llegar a lograr lo que quiero. Hay que conocerlos y saber cuales son sus virtudes y defectos. No se les puede exigir una prestación distinta para la cual fueron diseñado. Respetando sus cualidades se pueden lograr efectos sorprendentes. Luego está en nosotros lograr que parezcan lo que no son.
Los materiales deben ser respetados en su esencia de lo contrario se los obliga a comportarse de otra forma. Si sabemos usarlos pueden sernos muy útiles para lograr nuestro cometido. No hay que pelearse con los materiales.
No es filosófico, sino que hay que entender las cualidades de los materiales que vamos a usar en nuestros trabajos. Si entendemos estas simples reglas los resultados obtenidos pueden ser muy buenos.
Mauricio Uldane
artesano entelador
http://mauulda.googlepages.com/enteladosenjean
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