domingo, 28 de febrero de 2010

Un premio al blog

Han premiado a este blog. Es un honor que otras personas que están vinculadas a las artes hayan reparado en este sitio que trata de mostrar lo que hago.


Hace tiempo que vengo remando para que mis artesanías enteladas se conozcan, tanto en Argentina como el resto del mundo. Ahora alguien reparó en este blog armado con mucho esfuerzo. Ya que representa un trabajo más para mí.

El reconocimiento para María Cristina Faleroni Christensen, quien me ha otorgado, a través de su blog cristinafaleroni.blogspot.com, un premio certificando la calidad de este sitio.

Muchas gracias a María Cristina Faleroni Christensen por distinguirme con su premio.
 
 
Mauricio Uldane
artesano entelador

miércoles, 24 de febrero de 2010

Así lo hice (cuarta entrega)

Los anotadores entelados


Los Anotadelas nacieron por poner un poco de orden en mi casa. Sí, ordenando aparecieron varios rollos de papel, como los usados por las calculadoras de mesa. Esos que tienen un ancho de 57 milímetros y un largo de 30 metros.

Mi cuñado me dijo que podía hacer un anotador para la lista de artículos para el supermercado. Así que me pareció buena la idea y puse manos a la obra.





En enero de 2007 vio la luz la pieza número 1 del anotador con imanes. Todavía está en mi casa cumpliendo con sus funciones. Está adherido a un horno empotrado que no está empotrado.

La Anotadela tiene en su espalda imanes de goma para ponerlos en superficies metálicas, como la puerta de una heladera. Además tiene un pedazo de sierra para poder cortar la tira de papel.


La sierra es la mitad de una sierra júnior que barnizo para que no se oxide con el paso del tiempo. Antes me tomo el trabajo de pulirla para quitarle el empavonado que trae de fábrica.


Los anotadores con imanes también tienen un travesaño de madera entelado para tensar la tira de papel. Los soportes son varillas de madera, igual que la que sostiene el rollo de papel. Todo esto está montado sobre un pedazo de fibrofácil (MDF) que es el cuerpo del anotador.




Durante el mismo año, 2007, nació el Anotamela, anotador de mesa. Iguales al Anotadela, salvo que tienen dos patas y no trae imanes. Este anotador nació como regalo de cumpleaños para mi padrino. Por supuesto quedó en el catálogo como una pieza más.




El Anotapela, anotador de pared, vio la luz por el pedido de una clienta que no tenía espacio para ponerlo al lado del teléfono. Y quería colgarlo en la pared para tenerlo a mano. Por lo tanto este anotador tiene un gancho, en el dorso, para colgarlo de la pared.


Así que por una necesidad hogareña se armó, sin querer, una línea de anotadores entelados. Con el tiempo también generaron otra línea: regalos empresariales.


Un comercio de distribución de alimentos de San Miguel me encargó 20 anotadores de mesa para regalar entre su clientela. Esa necesidad inicial produjo una serie de sucesos que armaron una línea de anotadores entelados y una división de regalos empresariales.




Algo doméstico como unos rollos de papel, que estaban arrumbados, dieron origen a piezas que trascenderían las fronteras de mi hogar. A veces una idea, que se motivó por una necesidad específica, arma una serie de acontecimientos que no estaba en los planes de nadie.


Por eso es que no suelo descartar las ideas o sugerencias que me acercan amigos o conocidos. Solo hay que esperar el momento oportuno para que la nueva pieza vea la luz.


Mauricio Uldane
artesano entelador

viernes, 19 de febrero de 2010

Las artesanías del alma

“Que no se te olvide, hacé las cosas con toda el alma, porque en algún momento siempre hay alguien que te ve”, estas palabras son de la actriz argentina María Rosa Fugazot, dichas en un reportaje aparecido, hace poco días, en la sección espectáculos del diario Clarín de Buenos Aires.


Ahora me dio cuenta que siempre, desde que comencé a dedicarme a las artesanías enteladas, hago lo que dice Fugazot. En forma inconsciente, pero lo hago.


La semana pasada, en las Noticias Enteladas, mostré mi último trabajo por encargo: la Numerela 40. No tomé consciencia de lo que había hecho hasta mostrar públicamente la pieza.

De Piezas enteladas a medida

Empezando por la clienta hasta personas, vía mail, que no se conocen entre sí, han elogiado de las más diversas formas mi trabajo como artesano.


Por eso cuando leí el final del reportaje del diario Clarín me dije: eso es lo que habitualmente hago. No tomo consciencia en el momento o lo noto cuando alguna persona me lo marca. Para mí es algo natural.


Además cuando se logra cierta excelencia en el trabajo de uno no importa en que rubro o área, no se puede defraudar a los seguidores, ni al público en general.

De Piezas enteladas a medida

Lograr el mejor resultado, no siempre es posible, pero de ahí a realizar el trabajo de artesano de taquito es una chantada, como decimos en Argentina. Hay que ser coherente con uno mismo

Se puede cambiar de rumbo, uno puede tener otras inquietudes, pero siempre apuntando a la calidad en la tarea realizada. Por respeto a uno mismo.


Ahora hay algo que es muy movilizador para la creatividad de un artesano, al menos lo es para mí. Y es el estímulo de una clienta, en este caso, que me pidió un regalo de cumpleaños diferente para un amigo que cumple un número redondo.


Sin esa motivación del cliente o clienta puede faltar algo en la creatividad de un artesano o artesana. Ideas siempre hay, pero a veces necesitan de un empujón.

 

Mauricio Uldane
artesano entelador

sábado, 13 de febrero de 2010

Noticias Enteladas, Número 46, Año 3


Un número a medida


La Numerela fue un regalo de cumpleaños para el amigo de una clienta que cumplía 40 años. Mi clienta quiso hacerle a su amigo un regalo especial y original por el número redondo que cumplía.

Buscó en Internet algo diferente para su amigo y dio con mi página. Allí encontró una Numerela 10 que le regalé al hijo de un amigo cuando cumplió sus 10 años. Eso fue hace casi seis años.


Durante el año 2002 le regalé a mi amigo Luis Pérez una Numerela 40 pintada, cuando cumplió sus cuarenta años. Esta pieza fue la que generó la Numerela con el número 10 para su hijo Julián.

El número 40, de mi clienta, está entelado en jean usado y en la parte trasera tiene compartimientos con sus respectivas puertas. El número 4 está armado en fibrofácil (MDF), en cambio el número 0 lo hice con dos tubos de cartón de diferentes diámetros. Además el frente y la espalda del 0 están hechas en fibrofácil (MDF), lo mismo que las dos puertas traseras.


Como tiradores usé botones de jean de pantalones usados. Estos botones son los chicos que se usan en la bachicha, en cambio del cierre relámpago o cremallera.

El interior de los números fue entelado usando un jean viejo. Lo mismo que el exterior de los números y la base de apoyo.


Los números tienen un tipo de jean que hace juego con el de la base. De esta forma el número 40 se destaca de la base donde está apoyado.

La base tiene cuatro ruedas giratorias de plástico atornilladas a la base de fibrofácil (MDF). Así se convierte en un mueblecito que se puede desplazar de un lado a otro.

Las puertas del número 4 y el 0 tienen cierres imantados iguales a los usados en los muebles de cocina o aparadores. Con lo que se consigue una mejor calidad en la apertura y cierre de las puertas.

Más de uno se sorprenderá al dar vuelta el número 40 y encontrarse con un aparador un tanto raro y encima con ruedas giratorias.

En la próxima entrega de Noticias Enteladas habrá más novedades de piezas armadas a pedido y a medida del cliente.


Mauricio Uldane
artesano entelador

jueves, 4 de febrero de 2010

Así lo hice (tercer entrega)

Los calendarios perpetuos

La patrona de mi mamá de un veraneo que pasó en la provincia de Córdoba le trajo un calendario perpetuo. El fin era que yo copiara el modelo para hacer algo parecido.

La pieza que trajo era bastante mala pero la idea era buena. Había visto esos calendarios en algunas casas del ramo pero nunca me habían interesado. Con la pieza en la mano decidí hacer un rediseño para adaptarla a mi trabajo de entelado. Para eso le cambié la disposición de los días, los meses y la fecha.

Además el objetivo era darle una mejor terminación a la pieza. Por ejemplo que todos los agujeros de las maderitas coincidieran en el perno de madera. Lo que hice a mi gusto fue el diseño de las maderitas que tienen los números, los días y los meses.

Al principio armé calendarios de mesa y de pared. Cada uno tenía un diseño diferente para lograr tener una línea que mantuviera el diseño armé una plantilla para reproducir el mismo calendario en el tiempo.

 



De Calendarios perpetuos



Eso fue hace unos diez años, ahí comencé con los calendarios perpetuos de pared que bauticé Fechela. Los hice entelados en jean, piqué, algodón y arpillera. También los hice y hago pintados en acrílico.


Antes los números y las letras de las maderitas los pintaba con pincel. Hoy los pinto usando un envase vacío de pintura bidimensional rellenado con pintura acrílica. Me sirve como lápiz y de paso el trazo tiene volumen con lo cual queda mucho mejor.

Básicamente la Fechela es un pedazo de fibrofácil (MDF) y las molduras son medios tubos de cartón. Que en realidad son cilindros de cartón, cortados por la mitad, donde viene enrollado el papel térmico que se usa en los fax. Las maderitas de números, meses y días son también de fibrofácil (MDF).


Años más tarde armé un calendario perpetuo de pared con un rollo de papel en la parte de abajo. Lo hice como regalo para mi amiga Mónica Savigliano. Además delante del rollo tenía una hoja de sierra júnior barnizada para poder cortar la tira de papel.

 



De Calendarios perpetuos


Terminé de incorporarlo como otra pieza en el catálogo de mis artesanías enteladas. Así nacieron las Fechapelas. Armé solamente dos piezas de este modelo que no ha tenido éxito como calendario y anotador. Veremos que pasa este año que recién comienza.


A mediados del 2009 el padre de mi amiga Inés Dzienczarski me encargó un calendario perpetuo de mesa. En realidad me pidió dos para llevar de regalo a la provincia de Tucumán en un viaje que tenía que realizar.

 



De Calendarios perpetuos


Un nuevo nacimiento tuvo lugar: las Fechamelas. Que tienen dos patas, que son dos tubos de cartón, las cuales están rellenadas con arena para que la pieza tenga peso propio y no se tumbe.


El diseño se mantiene aunque sean diferentes modelos de calendarios perpetuos. La idea es que tenga una coherencia como línea de calendarios.


Mauricio Uldane
artesano entelador