miércoles, 12 de agosto de 2009

La capacidad escondida

El sábado pasado cuando asistí al programa de radio “Familia Pesoa”, que se emite desde el Paseo La Plaza, su conductor Quique Pesoa dijo algo acerca de algunos cantantes de tango que me emparentó, en algún sentido.

Pesoa dijo: “que algunos cantantes de tango no muestran todo lo que pueden dar con la voz”. Si no que enseñan un “cuartito” de su capacidad vocal. Como para dejar tranquilos a los escuchas.

En cierta forma me pasa lo mismo. No pongo toda la carne al asador, como decimos por estos lares. Con mostrar una puntita de lo que sé hacer alcanza. El resto está latente en alguna parte, tal vez esperando la oportunidad máxima para expresarse.

No por mezquindad sino para no molestar al público. De nada sirve que les muestre una artesanía recargada, barroca. Lo simple es más difícil. Es más complejo insinuar que enseñar todo. De eso el erotismo sabe mucho.


Puedo hacer una artesanía compleja y rebuscada, pero no siempre me gusta trabajar de ese modo. La sencillez suele ser mucho más sublime. Muchas veces me preguntan si puedo armar una pieza compleja y les digo que sí, que tengo la capacidad de hacerla.

Ahora la pregunta es: ¿la van a pagar por lo que vale? Ideas tengo muchas pero no siempre son viables desde el punto de vista económico. De ahí mi vocación por construir artesanías enteladas simples de uso diario, que además tenga un buen diseño y calidad de terminación.

Algún día, quizás, muestre todo mi potencial y después ¿qué?


Mauricio Uldane
artesano entelador