“Qué paciencia” es la expresión de muchas personas cuando ven mis artesanías enteladas. Les digo que no es paciencia, pero no me creen.
La paciencia puede aplicarse a un hobby o alguna actividad que se tome como entretenimiento. Para mí esto es mi trabajo. Que sí empezó como una distracción y luego me fui apasionando y terminó convirtiéndose en mi oficio.
Por todo esto sigo diciendo que no tiene que ver con la paciencia el armado de mis artesanías. Todo tiene un tiempo y hay que adecuarse a ese ritmo. Pero nada de eso tiene que ver con la paciencia. Tal vez tenga que ver con la experiencia y el arte de saber un oficio, pero de paciencia nada.
El tiempo que me demanda armar algunas de mis artesanías está determinado por el secado de las partes a unir. Por eso digo que aquí no interviene la paciencia. Hay que adaptarse a los materiales que se está usando.
Alguna vez leí que había que escuchar a los materiales que se estaban usando. Lo decía un artista plástico, que algo sabía del tema.
Cuando vean fotos de algunas de mis artesanías enteladas no digan “¡qué paciencia!”, si no “¡qué trabajo!”. Tal vez digan algo más cercano a la realidad.
La paciencia puede aplicarse a un hobby o alguna actividad que se tome como entretenimiento. Para mí esto es mi trabajo. Que sí empezó como una distracción y luego me fui apasionando y terminó convirtiéndose en mi oficio.
Por todo esto sigo diciendo que no tiene que ver con la paciencia el armado de mis artesanías. Todo tiene un tiempo y hay que adecuarse a ese ritmo. Pero nada de eso tiene que ver con la paciencia. Tal vez tenga que ver con la experiencia y el arte de saber un oficio, pero de paciencia nada.
El tiempo que me demanda armar algunas de mis artesanías está determinado por el secado de las partes a unir. Por eso digo que aquí no interviene la paciencia. Hay que adaptarse a los materiales que se está usando.
Alguna vez leí que había que escuchar a los materiales que se estaban usando. Lo decía un artista plástico, que algo sabía del tema.
Cuando vean fotos de algunas de mis artesanías enteladas no digan “¡qué paciencia!”, si no “¡qué trabajo!”. Tal vez digan algo más cercano a la realidad.
Mauricio Uldane
artesano entelador
artesano entelador